En Tar Heel, Carolina del Norte, opera una planta de la Smithfield Foods, conocida por ser la procesadora de cerdos más grande del mundo. Emplea a 5 mil trabajadores, procesa unos 32 mil cerdos diarios y no hay sindicato.
Los intentos de los trabajadores para sindicalizar la planta se remontan a más de una década. Hubo elecciones en torno al sindicato en 1994 y 1997 en medio de hostigamiento e intimidación por parte de la empresa. Hubo golpizas y arrestos de partidarios del sindicato. Aunque el UFCW perdió las dos veces, un falló de un tribunal federal en el 2006, declaró que la Smithfield violó la ley en ambas elecciones.
El 16 de noviembre del 2006, mil trabajadores abandonaron sus labores en la Smithfield Foods. El paro se realizó después que la compañía había despedido a decenas de empleados por trabajar con documentos falsos. Terminó cuando la compañía anunció que no castigaría a los trabajadores en huelga y que los despedidos podrían regresar a sus empleos hasta que pongan en regla sus documentos de inmigración.
El gerente de la planta de la Smithfield, Larry Johnson, aceptó reunirse el 21 de noviembre con una delegación de trabajadores electos por sus compañeros de trabajo. En el comunicado se informó que la Asociación Nacional para el Avance de Personas de Color (NAACP) de Carolina del Norte, la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur (SCLC), y otros grupos religiosos y pro derechos civiles respaldaron las demandas de los trabajadores.
La protesta de los trabajadores también se debio a las condiciones de trabajo, las lesiones frecuentes y el trato abusivo de los patrones. Estas cuestiones son el centro de la campaña del UFCW para sindicalizar la planta.
El 26 de enero de este año Home Land Security, en coordinación con los administradores de la empresa, arresto a 21 trabajadores latinos vinculados con la lucha sindical. Los 18 mexicanos y 3 guatemantecos seran deportados.
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