La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó el sábado en favor de hacer más rígida una prohibición contra el uso de fondos federales para financiar abortos bajo un proyecto de ley de reforma al sistema de salud propuesto por los demócratas.
La enmienda presentada por el representante demócrata Bart Stupak prohíbe que el nuevo plan de seguro propuesto por el Gobierno cubra abortos, excepto en casos de violación, incesto o donde la vida de la madre se vea amenazada.
Las pólizas compradas con subsidios federales a aseguradoras privadas también tendrán las mismas restricciones y las mujeres que busquen cobertura para el aborto tendrán que comprar seguros separados con su propio dinero.
La representante demócrata Diana DeGette dijo que la idea de comprar seguros separados para el aborto era "una ofensa para las mujeres", afirmando que nadie planea un embarazo no deseado.
Los miembros que están a favor del derecho de abortar dijeron que no permitirán que el proyecto exceda las actuales restricciones sobre el uso de dinero federal para financiar abortos.
"El sector partidario del derecho de elegir no accederá a ninguna redacción, como quiera que sea, que aumente las restricciones a los derechos de la mujer para elegir", dijo la representante Diana DeGette. El sector cuenta con 190 miembros de la Cámara de Representantes.
El meollo del asunto era la indignación de los congresistas ante el hecho de que habrá personas de bajos recursos que para poder comprarse su seguro en "exchange", necesitarán un subsidio del gobierno para completar el costo.
Hubo discursos muy emotivos, pero fuera de lugar. Porque aquí no estamos discutiendo si el aborto debe o no ser legal. Ya lo es, con ciertas limitantes. Aquí de lo que se trataba es de intentar asesinar una reforma de salud que pondría a los Estados Unidos un escalón más arriba en su sistema de salud, aunque probablemente no alcanzaría el nivel de los demás países desarrollados,algunos de los cuales tienen un sistema de salud universal, como Inglaterra, Canada y Francia.
Da la casualidad de que quienes apoyaron la enmienda Stupak, también son casi los mismos que se oponían al proyecto de reforma.
Los demócratas pro derecho al aborto tuvieron que tragarse la enmienda y votar en favor de la reforma. Todos sabemos que este no es el momento ni el lugar para hablar de cuestiones morales. Porque si de moral se trata, hablemos de la moral de dejar morir a 45 mil personas sin seguro al año o de permitir que los seguros privados excluyan a personas con enfermedades previas o se nieguen a cubrir determinados tratamientos.
Lo cierto es que más inmoral es andar citando a Dios para conseguir fines políticos terrenales. Con justa razon la representante Barbara Lee tomo la palabra para recordarles a los congresistas y a los senadores que "esto es una democracia, no una teocracia",
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