Esta vez no hubo uniforme de piloto “top gun” ni banderola de “Misión Cumplida”. Solamente un Presidente, pálido y envejecido, casi rogándole al pueblo americano que le de una ultima oportunidad, en una guerra que ya lleva demasiado tiempo. Con un costo demasiado alto y con ningún resultado. Algo que seguramente el jamás imagino.
Las encuestas piden que las tropas salgan de Irak, las elecciones de Noviembre fueron una clara demostración de la voluntad popular: retirarse inmediatamente de Irak. Pero el Presidente sigue adelante sin escuchar a su pueblo. Por el contrario dispone el envío de 20.000 soldados que representan la intención de quedarse en la región indefinidamente y para preparar las condiciones para atacar Irán y Siria.
Horas después, Bush ha recibido una recomendación del jefe del Pentágono, Robert Gates, para que incremente las fuerzas armadas estadounidenses en 92.000 soldados e infantes de marina en un plazo de cinco años.
Según el diario español El Pais, Gates, ha anunciado que su propuesta consiste en incrementar la capacidad del ejército en 65.000 nuevos soldados, y la del Cuerpo de Marines en 27.000 nuevos infantes. El énfasis se pondrá, ha dicho, en "incrementar la capacidad de combate".
Resulta difícil de aceptar que después de 4 años de guerra, tres mil bajas en las filas norteamericanas e innumerables victimas civiles en irak no hayan servido de prueba suficiente para el Presidente de que algo hiba mal en Irak.
Su mea culpa del miércoles pasado es una demostración fehaciente que Bush y Cia. Tienen una agenda secreta sobre el medio oriente. Por eso el Presidente tiene una posición tan testaruda sobre Irak. Para el Irak es una operación menor, La mira ahora esta puesta en Iran y Siria.
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