El 7 de febrero cuatro vehículos con individuos armados interceptaron una camioneta que transportaba inmigrantes indocumentados, estos fueron secuestrados y llevados a Phoenix donde sus captores exigieron el pago de una recompensa. En ese incidente murió un indocumentado mexicano que fue arrojado desde un puente por los secuestradores.
El ocho de enero a las 7 de la mañana, un grupos de hombres armados y con el rostro cubierto dispararon a una camioneta pick up que transportaba inmigrantes indocumentados aparentemente procedentes de Guatemala, cerca de una mina a 20 millas de Tucson, Arizona.
La camioneta se estrello y en su interior se encontraron a un hombre y una joven adolescente muertos con heridas de bala en la cabeza. Otra joven de 15 años fue encontrada con heridas de bala en las manos. Los delincuentes secuestraron a unos siete sobrevivientes uno de los cuales fue encontrado muerto posteriormente. Los trabajadores secuestrados no han sido hallados.
El 28 de enero un chofer transportando inmigrantes ilegales fue emboscado y asesinado a tiros.
Esto no es Irak, es Arizona.
La policía no sabe porque ocurren estos crímenes. Para algunos son los racistas otros afirman que son guerras intestinas entre las mafias de traficantes de gente. Lo cierto es que las cosas están fuera de control.
Mientras que el Congreso invierte su precioso tiempo “regañando” al Presidente por sus planes de guerra en el día de “la amistad”, personas inocentes se ven afectadas por crímenes, abusos laborales y decretos-leyes punitivos que acaban por ser aprobados.
A medida que los días pasan y los conservadores de ambos partidos reaccionan con “mano dura” contra los inmigrantes, los gobiernos locales, los ayuntamientos y los ciudadanos sacan nuevas leyes para implementar un modo de justicia propio, sin percatarse que sus acciones afectan a toda la comunidad latina.
En el estado de Oklahoma, los legisladores están exigiendo un estudio provisional sobre líneas de acción nuevas para combatir la inmigración ilegal, y anteriormente, los republicanos de ese estado habían intentado aprobar medidas que exigieran prueba de ciudadanía antes de votar o de recibir ayuda del gobierno.
En Hazelton, Pennsylvania, el alcalde ha propuesto una ley que prohíbe y castigue, a los que contratan y alquilan casa a inmigrantes sin documentos que demuestren que son residentes legales en Estados Unidos, y que declara el inglés como la lengua oficial de la ciudad.
En el condado de Gwinnett, Georgia, la junta de la biblioteca votó por eliminar $3.000 que ya se habían puesto aparte para comprar libros de ficción en español. La razón oficial es que los lectores de otras lenguas exigirían libros en su propio idioma, pero un miembro de la junta reveló la verdadera razón: algunos residentes se opusieron a usar el dinero de los contribuyentes "para entretener a lectores que podrían ser indocumentados".
En Houston ha surgido un grupo llamado Protect Our Citizens (Proteja a nuestros ciudadanos) que ha lanzado una petición para obligar a la policía de Houston a verificar la ciudadanía de las personas, detener a los que no tienen documentos y entregarlos a las autoridades de Inmigración.
Probablemente, el mejor ejemplo de cómo está reaccionando la gente ante la pasividad del Congreso es el hecho de que se están documentando casos anecdóticos en los que ciudadanos corrientes consideran que tienen suficiente facultad para enfrentarse a los hispanohablantes y exigirles que hablen inglés si los escuchan hablando español.
Aunque estas medidas pretenden acabar con los inmigrantes que llegaron aquí de manera ilegal, tienen un efecto secundario poco grato, porque discriminan a los latinos que son residentes legales.
Los inmigrantes indocumentados y en general la familia hispana navega a la deriva en espera de soluciones que no están a la vista. Uno de cada cuatro hispanos vive en la pobreza. Más de 60 mil estudiantes que se gradúan del secundario no pueden asistir a escuelas superiores porque sus padres son indocumentados. Las familias se separan y las deportaciones arbitrarias están a la vuelta de la esquina así como los negocios de los traficantes de gente van viento en popa.
Siga este link para el analisis sobre el frcaso del NAFTA para frenar la inmigracion ilegal:
Nafta Should Have Stopped Illegal Immigration, Right?
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