La renuncia de Lou Dobbs a CNN es, indudablemente, una victoria de los activistas hispanos que protestaron públicamente, por los ataques sistemáticos del presentador de televisión contra los inmigrantes indocumentados.
Tras bambalinas desde hace unos meses, Jonathan Klein, presidente de CNN, ya le había anticipado a Dobbs que si quería ventilar sus opiniones personales lo haga fuera de la televisora o renuncie. Pero Dobbs siguió atacando y sembrando el odio y el temor a la comunidad inmigrante.
La gota que rebalso el vaso fue la participación de Dobbs en un evento en septiembre de FAIR (Federación for American Immigration Reform) un grupo de odio que ataca a los inmigrantes. Este hecho llamo la atención del jefe de Media Matters, Eric Burns, quien le escribió una carta a Klein observando que las actividades de Dobbs en FAIR y sus opiniones están perjudicando la credibilidad de CNN.
Dobbs, sin embargo siguió martillando a los latinos indocumentados y adicionalmente se unió a la conspiración que cuestiona el lugar de nacimiento del Presidente Obama, lo cual provoco las iras de los jefes de Dobbs y Klein.
Por su parte Roberto Lobato, entre otros activistas, realizaron una exitosa campaña por Internet y la prensa, denunciando a Dobbs de sembrar el odio y temor contra los inmigrantes.
Últimamente Dobbs cayo al tercer lugar en sintonía, según The New York Times, y no pudo resistir la presion. Renuncio sorpresivamente el miércoles pasado a pesar de que su contrato era hasta el 2011.
Esto no solamente significa la renuncia de un presentador controvertido y poco profesional, se trata de una victoria de los activistas latinos y la comunidad, frente a la extrema derecha que después del 9/11 acosa a la comunidad Latina como parte de una bien orquestada campaña de desprestigio para boicotear una reforma de la ley de inmigración.
Lobato es un ejemplo que debe inspirar a los activistas latinos para seguir luchando por la reforma migratoria.
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