"Una gran victoria para las compañías petrolíferas, los bancos de Wall Street, las compañías aseguradoras y otros intereses poderosos que ejercen su poder cada día en Washington para ahogar las voces de los americanos comunes. " esa fue la critica del presidente Obama despues que el Tribunal Supremo de Estados Unidos eliminó la semana pasada cualquier límite a la financiación por parte de empresas privadas a campañas políticas en el país.
De este modo, la máxima instancia judicial del país contradice dos decisiones propias emitidas previamente, según las cuales las empresas privadas no podían usar sus beneficios económicos para apoyar u oponerse a las campañas de candidatos políticos.
Esta controvertida decisión del tribunal supremo cambia la história de las elecciones del parlamento y el ejecutivo en EE.UU. abriéndole el paso a las corporaciones, que ya dominan la economía del país, a la compra de representantes políticos de la sociedad, que abogaran incodicionalmente por los intereses de las grandes corporaciones del país. Se ha institucionalizado la corrupción con el pretexto de concederle el derecho a expresarse a las corporaciones.. Todos sabemos que si hay alguien que se expresa muy bien a través de la publicidad y el cabildeo a los poderes del estado son las corporaciones. Ahora podrán comprarse a sus representantes en la Casa Blanca y el parlamento.
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