22 de junio de 2008

Vargas Llosa Contra el Nacionalismo Europeo

Tal parece que los gobernantes europeos son cada vez mas hipocritas. Por estos dias han aprobado en Bruselas una vergonzosa ley antimigrante, la cual tomaria efecto en dos años y que reprime violentamente a los trabajadores inmigrantes indocumentados.

La ley evoca a las medidas que solian tomarse durante la tristemente celebre era nacionalista europea, la cual obligo a muchos de sus ciudadanos a emigrar a America Latina, en busca de refugio. Los latinoamericanos acogieron a estos europeos y les bridaron su apoyo para que se labraran un futuro.

Con este motivo cabe recordar las palabras del escritor Mario Vargas Llosa, cuando presentó la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), de la que es presidente. Transcurria el 2002 y en ese momento critico la actitud europea hacia el inmigrante: «Creo que esa paranoia está muy alentada por los prejuicios xenófobos y racistas... como si la inmigración fuera portadora del terror, como si la inmigración viniera a destruir el empleo o a amenazar las llamadas «identidades nacionales», que sí son para mí un hechizo. Y creo que eso debe ser combatido porque detrás viene la xenofobia, el racismo y el nacionalismo, que es uno de los grandes flagelos de la Humanidad». En ese campo situó Vargas Llosa uno de los deberes de la Fundación: «Demostrar de una manera concreta, con cifras, que la inmigración no es nunca un problema, sino una solución a los problemas, no sólo para los países que exportan los trabajadores sino para los países que los importan. Detrás de la inmigración hay un derecho inalienable que debe respetar: el derecho de todos los seres humanos a no morirse de hambre, a encontrar un trabajo, a buscar unas condiciones de vida que les permitan sobrevivir y mejorar. Y en esos temas tendremos que ser muy activos».

Nacionalismo sin ideas

Borges sostenía que en el nacionalismo sólo se toleran afirmaciones. Mario Vargas Llosa evocó al maestro y denunció que el nacionalismo es uno de los grandes enemigos de la cultura democrática. Así explicó que «no sólo provocó las dos guerras mundiales -las más devastadoras de la Historia de la Humanidad-, sino que está detrás del armamentismo, por ejemplo, iberoamericano que ha hecho que a lo largo de la Historia nuestros países, misérrimos, se gastaran sus recursos armándose para defenderse unos de los otros».

Dice el escritor que quienes cegados por el nacionalismo hablan de las identidades nacionales o de la nación como valor supremo olvidan que la nación es una institución recientísima, que existe hace apenas un par de siglos y que la nación, en muchos casos, se constituyó a través de verdaderos genocidios de tipo cultural «para crear la ficción de la homogeneidad nacional». En este sentido entiende que una de las buenas cosas de la globalización es que está «desvaneciendo» esa idea tan rígida, tan monolítica, tan impermeable de la nación, haciéndola porosa e integrando las naciones en grandes conglomerados, como el caso de la «magnífica» Unión Europea. «Desde luego hay momentos en la historia de una sociedad -apostilló- en los que una actitud nacionalista puede ser positiva: la lucha contra el colonialismo, contra la ocupación, contra la invasión. Pero de allí inevitablemente siguen siempre unas consecuencia que son tremendamente negativas. Creo que esa es otra de las tareas que tiene delante una agenda liberal: combatir el nacionalismo detrás del cual muchas veces se agazapa la xenofobia, el racismo, el terrorismo». El autor recordó que de todas las ideologías, «la más pobre, la más mediocre, la única que no ha dado jamás un sólo pensador digno de recuerdo o digno de ser leído es el nacionalismo. Comunismo, socialismo o liberalismo han dado pensadores, buenos, vigentes, otros menos; pero el único que no ha dado un sólo pensador, un sólo filósofo, un sólo ensayista que sean intelectualmente respetables es el nacionalismo y esa es la mejor demostración de que detrás del nacionalismo no hay una idea; hay unos instintos, hay unas pasiones y cuando la vida de las naciones se funde en los instintos y en las pasiones el resultado inevitablemente es la violencia».

1 comentario:

  1. Anónimo4:03 p. m.

    Vivo actualmente en Suecia, donde las decisiones las tomara el partido sueco (neo nazi), actualmente trabajo con gente que tiene afinación a este partido, la certeza de que se posee la verdad absoluta va a terminar en violencia hacia personas que están en su camino al desarrollo.
    Con las enérgicas criticas de Vargas Llosa y el excelente ejemplo de la ausencia de pensadores en la ideología nacionalista, espero poder ablandar las pasiones de mis compañeros. Soy un Ing Ecuatoriano que hago unas pasantias en suecia. Gracias por las citas de este excelente latinoamericano

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