Encomiable la tarea que se ha impuesto la iglesia catolica de apoyar la reforma de la ley de inmigracion. Hay que reconocer que la movilizacion de trabajadores inmigrantes, pricipalmente latinos, en los ultimos dos años fue en buena parte obra de la iglesia catolica.
Han pasado mas de cuarenta años desde que la iglesia catolica se movilizo en pro de una causa popular, como fue la Teologia de la Liberacion. Por lo visto este pensamiento esta vigente. La Teologia intenta responder a la cuestión que los cristianos de América Latina se plantean: cómo ser cristiano en un continente oprimido?. ¿Cómo cantar al Señor en una tierra extraña? ¿Cómo conseguir que nuestra fe no sea alienante sino liberadora? Uno de los máximos exponentes de esta teología, el jesuita Ignacio Ellacuría, fue asesinado a sangre fría. Y la jerarquia de la iglesia catolica arremetio con todo para neutralizar el movimiento.
Una de las fuentes de inspiracion de La Teología de la Liberación latinoamericana, fue la lucha por los derechos civiles para los negros, liderada por Martin Luther King. Una nueva version de esta lucha la libran hoy dia los latinos indocumentados y tal parece que la iglesia catolica se ha puesto de su lado.
Ayer, por ejemplo, el Obispo de Orlando, en Florida, Thomas Wenski, publico un articulo de opinion en el Washington Post, sobre la frustrada ley de reforma de inmigracion y la cadena aciaga de problemas que se desprenden de esta situacion.
En primer lugar destaca Wenski que los candidatos ignoraron el tema en sus campañas electorales. El congreso por su parte archivo el problema. Esta frustracion devino en represion contra inmigrantes latinos por todo el pais. Redadas, campos de concentracion, deportaciones, separacion de familias, encarcelamiento de niños, privacion de los mas elementales servicios publicos y derechos humanos.
Wenski señala asi mismo que esta politica anti inmigrante entusiasma a las organizaciones conservadoras del pais pero estas muy pronto sufriran una gran desilucion porque el departamento de Trabajo ha pronosticado una escazes significativa de mano de obra no calificada a partir del 2010 en el sector industrial.
Destaca tambien Wenski el justo valor de la legalizacion de los trabajadores indocumentados porque los billonarios aportes de estos al seguro social pueden financiar la proxima jubilacion de los “baby boomer”.
El Obispo resalta que el 70% de los inmigrantes indocumentados viven mas de cinco años en EE.UU. y no tienen un lugar donde regresar en sus paises. Han hecho su hogar y su vida en EE.UU., en consecuencia prefieren mantenerse a la sombra de la sociedad como una subclase antes que regresar a donde ya no tienen nada.
Wenski es concluyente: una politica policial contra los indocumentados es ineficiente y contraria a los intereses nacionales.
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