En octubre cuando el representante demócrata Patrick Kennedy criticó a los obispos católicos del país por amenazar con oponerse a una reforma del sistema de salud, a menos que los legisladores incluyesen restricciones más severas al aborto, las cuales ahora han sido añadidas a la versión de la Cámara de Representantes, el obispo Thomas Tobin, temperamental jerarca católico, admitió haberle pedido al legislador que no tomara la comunión, a causa de su apoyo al derecho al aborto. No solo eso, Tobin le dijo a The Associated Press, que en el pasado, el legislador se había sometido a tratamiento por alcohol y cocaína, y ha estado comportándose imprevisiblemente.
El intento del obispo de avergonzar públicamente a Kennedy por su postura hacia el aborto se produce apenas meses después de la muerte del padre del representante, el senador Edward Kennedy.
En realidad, quien se comporto imprevisiblemente fue el obispo que a falta de argumentos sólidos frente a un problema social como es el aborto, ataco a Kennedy, anclado en la realidad de su país, de manera abyecta y poco profesional para un hombre de hábitos.
No hace mucho en Washington DC, también la iglesia católica amenazo a la ciudad de cancelar sus servicios humanitarios a la comunidad si aprueba el matrimonio del mismo sexo, dejando así a miles de personas desamparadas en su pobreza, muchos de ellos católicos por cierto.
Evidentemente para la iglesia no hay derechos humanos, ni la tolerancia de escuchar a aquellos que no piensan como ellos. Son absolutistas y pretenden que todos sigan su evangelio narcisista, abstracto, dogmático y fundamentalista, tan igual que sus colegas los islamitas. Reminiscencias de las épocas mas obscuras de la humanidad, cuando la religión dominaba el mundo.
La iglesia católica fue capaz de encubrir a sacerdotes pedófilos que por años abusaron sexualmente de niños inocentes en los EE.UU. destruyéndoles sus vidas. Traicionando a centenares de familias que confiaron en ellos para educar a sus hijos espiritualmente.Lejos de cumplir su misión de pastores la jerarquía de la iglesia católica en EE.UU. encubrió a los monstruos y los mantuvo en circulación en sus locales por años en vez de entregarlos a la justicia. Finalmente la sociedad tuvo que abrirse camino por entre los pasadizos decadentes de los conventos para encontrar a los que habían sido responsables de los abusos sexuales de niños para hacer justicia.
Estos monstruos con hábitos y bendecidos por la iglesia eran tan repugnantes que una vez sentenciados hasta los criminales en las cárceles los mataron, porque no toleraban compartir sus vidas con ellos, pero en las instituciones religiosas católicas de EE.UU. eran sacerdotes en el ejercicio de su misión cristiana.
Después de ser denunciados los sacerdotes pedófilos por la prensa y de ventilarse sus casos en las cortes; el Papa, lejos de condenar estos actos "diabólicos", se pronuncio en contra de los homosexuales, acusándolos tácitamente de ser los responsables de las monstruosidades que ocurrían en las iglesias y conventos de la iglesia católica en EE.UU.
Así de ciega y equivocada es la iglesia católica en EE.UU. con que autoridad moral alzan el dedo deicida al congreso o al gobierno de la ciudad de Washington chanteajeandolos para que no cumplan con sus misión secular de velar por los derechos humanos de las personas exentas de toda culpa ideológica. No lo se.
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